¿Realmente hay tanta diferencia de toddler a teeneger?
Tener un adolescente en casa es una experiencia realmente única, llena de desafíos y sorpresas que, curiosamente me recuerdan la etapa que estoy pasando con mi otro hijo que está en la etapa de toddler. Y aunque mi adolescente tiene más de una década de edad, hay ciertas cosas en las que encuentro similitudes entre ellos, es más me atrevería a decir que hay ciertas cosas que no cambian entre una etapa a otra.
“Yo lo sé todo”:
Recuerdo que Luis Gabriel (adolescente) a sus tres años, solía afirmar con seguridad absoluta que sabia como hacer cualquier cosa, desde amarrarse los zapatos (que casi siempre se convertía en un lazo difícil de soltar) hasta “ayudarme” en la cocina, como lo hace su hermano actualmente con esa edad y en ambos casos la cocina terminaba convertida en un completo desastre.
Pues bien, ahora que es adolescente esa misma seguridad esta de vuelta, solo que ahora es sobre la vida, la escuela, los quehaceres de la casa o cualquier otra cosa que se cruce en el camino.
“El desorden”:
Los toddler o niños pequeños son conocidos por dejar juguetes y migajas de comida por toda la casa, ¿Verdad? Pues un adolescente lleva este arte del desorden a otro nivel, ropa por todos lados, mochilas que parecen agujeros negros (¿pueden creer que de la mochila del año pasado encontré no sé cuántas servilletas sin usar?) y plastos que misteriosamente migran a sus cuartos.
Cada vez que entro a su habitación, es como si estuviera en un videojuego luchando contra medias, libros y ropa sucia, pero al igual que con tus hijos pequeños a veces es mejor respirar, cerrar la puerta y aceptar que este desorden también hace parte del proceso de aprendizaje.
“Yo puedo solo”:
La tan mencionada independencia en los toddlers, donde quieren hacer todo ellos solos, desde bañarse hasta vestirse regresa con mas fuerzas en la etapa de la adolescencia, solo que lo hacen con un toque mas sofisticado; quieren resolver sus problemas solos, tomar decisiones importantes, y no puede faltar el recordarte cada una de las cosas que olvidaste.
Aceptando el viaje
Criar un adolescente es desafiante pero también es una experiencia increíblemente enriquecedora. Si por supuesto que hay momentos en los que quiero halarme de los pelos y muchas veces te sientes caminando como en un campo minado emocionalmente hablando, pero también veo como mi hijo se esta convirtiendo en una persona increíble, llena de ideas propias, sueños y opiniones que lo haces ese ser único y especial.
Es muy fácil frustrarse con los desafíos diarios, pero recordar que ellos también están en su propio proceso de crecimiento y búsqueda de su personalidad, me ayudan un poco a tener empatía y mucha paciencia, debemos tener siempre presente que para ellos tampoco es fácil y lo único que como padres podemos hacer es estar ahí y guiarlos cuando lo necesiten; pero sobre todo amarlos en cada paso que den en el camino, incluso cuando sus cuartos parezcan mas un campo de batalla que una habitación.
Así que padres de adolescentes que me lees y si tu hijo(a) no lo es todavía también,
¡¡Animo!! Que este es otra etapa más en la increíble vida de nuestros hijos lleno también de risas, lecciones y por supuesto un poco de desorden.